Un cambio masivo: transformar mentes y corazones.
- Yoonirula
- 31 mar
- 5 Min. de lectura
Si sigues en el día a día en redes sociales verás todo lo que ha pasado desde que comenzó el año. Muchos finales felices, pero también muchos problemas y situaciones complicadas de las que me gustaría tener más tiempo para desarrollar por acá.
Últimamente me cuesta pensar en el problema de los animales callejeros. Es algo tan abrumadoramente grande y complicado de resolver. A medida que veo y aprendo más mi perspectiva va cambiando.
Sentir que vas contracorriente
Como el tiempo es un recurso tan limitado, tengo que cuestionarme todo lo que hago.
Hace dos años y medio que alimento perros en una de las rutas de esterilizados. Dentro de esa ruta esta una zona donde viven familias de escasos recursos y un puñado de perros callejeros. En el último año, sólo en esta zona...
He dado en adopción a varios animales entre perros y gatos
Visto morir a otros tantos atropellados
Servido comida a diario para todos los que ahí siguen
Esterilizado a todos los animales que han aparecido y siguen apareciendo
Proporcionado atención médica para lesiones grandes y pequeñas
A pesar de hacer todo eso, la gente de la zona sigue trayendo más animales. En cuanto consigo que adopten a uno los padres les regalan un cachorro a los niños. Es como jugar a la ruleta. Hablar con ellos no ha funcionado.
Hace apenas cuatro semanas, uno de los perros de la zona, Güero, fue atacado con una pistola de balines por otro menor de edad que vive ahí, fui por el cuando estaba desangrándose. Necesitó una operación que fue costosa e implicó semanas de recuperación para que el líquido drenara.
Aunque creo que estamos ayudando a muchos perros, es un círculo sin fin. Generalmente siento que los animales son tratados como basura y nosotros sólo estamos ahí para recogerlos, curarlos y salvar alguna que otra vida.
En la primera imagen una de las tres heridas de Güero por donde tuvieron que quitarle los balines. En la segunda imagen los rayos X donde se ven las lesiones y por último Güero de pie y recuperado en el día de retiro de puntos
¿Estamos ganando la batalla?
Después de leer hasta aquí, podría pensarse que soy pesimista. En realidad todo lo contrario. Hemos tenido unos meses de locos pero también increíbles por el número de animales ayudados solo en lo que va de este año…
615 animales esterilizados. No podría estar más orgullosa del trabajo que hacemos esterilizando.
21 animales (perros y gatos) que han encontrado familias.
Más de 30 vidas de perros en situación de calle y de dueños de escasos recursos salvadas gracias a tratamientos y operaciones veterinarias.
Descenas de medicamentos preventivos distribuidos entre Nexgard, desparasitantes y analgésicos.
Estas cifras no mienten, pero lo cierto es que también son muy difíciles de lograr en términos de costos y logística, pero la idea siempre ha sido acelerarlas cada año.
Hay 500 millones de perros callejeros sufriendo en todo el mundo. Muchos agonizan, sufren malos tratos y padecen enfermedades y una muerte prematura. Lo veo a diario. En algunos países incluso son sacrificados, comidos o fusilados. Necesitamos un gran cambio de corazones y mentes. Me explico...
Desde que comencé esta cruzada supe que no podemos limitarnos a solucionar el problema de los perros callejeros. No podemos limitarnos a remendar los problemas creados por otros humanos. Hay otra manera:
¿La solución?
No hay un momento del día en el que no esté pensando en cómo ayudar a más a escala. Pienso en ello cuando corro en las mañanas, mientras manejo, en la cama por la noche y en cada una de mis comidas. Estoy obsesionada.
Me resulta tan increíblemente duro que hayamos hecho tanto bien y aplicado cambios sólo para recibir repetidamente este tipo e golpes de crueldad. Una cosa es ver números positivos en una hoja de cálculo y otra sostener a un perro a punto de morir porque un adolescente de secundaria le disparó varias veces con una pistola de balín.
No podemos limitarnos a resolver el desastre que ocasionan otros humanos. Somos tontos si nos ocupamos solo en ello y al final fracasaremos en nuestra misión. Quizá para cambiar el problema de los animales en situación de calle no necesitamos “arreglar” a los perros y gatos sino a los humanos. Más concretamente, tenemos que cambiar los corazones y las mentes humanas. A veces (y especialmente en el último mes) veo que nuestro increíble trabajo no tiene el impacto que yo esperaría. Muchas veces esto se debe a que los humanos se oponen o directamente nos obstaculizan la labor.
Puede parecer un pequeño cambio de mentalidad, pero va a dictar gran parte de la forma de pensar en el futuro. Veo que funciona a pequeña escala a nivel local con las pláticas que se hacen en las escuelas primarias, pero tenemos que intensificarlo. Lo que ahora quiero añadir a gran escala es contenido educativo incluso en el dialecto local. Será un poco más difícil de medir, pero mi instinto y algunos primeros indicios me dicen que podría funcionar. Pronto ampliaré esta información.
Lo que ahora sé es que siempre será una batalla cuesta arriba a menos que cambiemos los corazones y las mentes de personas. Incluso de decenas de millones de personas. Es otro capítulo y una enorme carga de trabajo, pero la vida de estos animales depende de ello.
Cualquiera que trabaje en el rescate de animales te dirá que el desgaste físico y emocional es generalmente casi insoportable. Estoy segura de que en la facultad de veterinaria o como médico te enseñan a lidiar con el lado emocional de las cosas. Mi mayor problema es que incluso cuando sólo conozco a los perros 1-2 días pienso en ellos como mis propias mascotas. Desearía poder ser más distante emocionalmente y simplemente ocuparme de las cosas más importantes, pero cada vida sobre el terreno me importa igual. Siempre puedo encontrar al veterinario para ayudarles de alguna manera, pero no ser capaz de ayudar físicamente al perro es la parte que me resulta tan difícil. No tengo hijos, pero imagino que es lo mismo que ver a tus propios hijos enfermos y no saber cómo ayudarles.
Lo que me gusta de encontrar un tiempo y sentarme a escribir todo esto es que me ayudan a poner las cosas en perspectiva. Las campañas de esterilización, el realojamiento de perros, salvar vidas individuales como la de Paco, uno de nuestros últimos rescatados, parecen más reales cuando están escritas y las vuelvo a releer.
Paco es perro maravilloso que llegó a nuestras vidas hace 22 días y que estaba en un estado de abandono crítico. Lo hemos estado rehabilitando con mucha paciencia. Está bajo tratamiento, descanso, buena alimentación y sobre todo mucha dosis de apapacho.
Gracias a todos los que mandan mensajes de ánimo, echan porras, mandan regalos a la manada, significa mucho para mí. No podría hacer ni el 1% de lo que hacemos en Yoonirula si no fuera por todos ustedes.
Muchas gracias a todos.
Estef.
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